"Poema sinfónico para 100 metrónomos" es una obra musical del compositor húngaro György Ligeti compuesta en 1962.
La pieza requiere a un director de orquesta y a diez ejecutantes con el fin de realizar una preparación manual meticulosa. Se pone cada uno de los 100 metrónomos, colocándolos y ajustándolos a una determinada velocidad. Una vez que todos están preparados, son lanzados lo más simultáneamente posible. Los ejecutantes salen de la sala, y solamente entonces puede volver a entrar el público.
Los metrónomos se detienen paulatinamente unos tras otros y dejan percibir, cada vez más claramente, la periodicidad de las pulsaciones. A continuación, sólo los que se regularon a las velocidades más lentas siguen funcionando. La obra se termina después de que el último metrónomo haya estado funcionando durante algún tiempo. La obra completa dura algo menos de 20 minutos.
Ligeti no volvió a repetir este tipo de experiencia, pero varias de sus obras instrumentales que se siguieron explotaron esta modificación lenta de un paisaje sonoro. La obra se estrenó en Hilversum, en los Países Bajos, en 1963, y fue un gran escándalo. El concierto, rodado por la televisión holandesa, no se difundió nunca y fue sustituido por un partido de fútbol. Desde entonces, la pieza muy raramente se representó en público, principalmente debido a su dificultad de realización. En cambio, fué grabada en otras ocasiones. En 1995, el escultor Gilles Lacombe inventó un dispositivo que facilita considerablemente su ejecución, puesto que la obra puede representarse automáticamente, sin la intervención de ejecutantes, y es éste el caso de la representación que acabáis de ver en video.
La pieza requiere a un director de orquesta y a diez ejecutantes con el fin de realizar una preparación manual meticulosa. Se pone cada uno de los 100 metrónomos, colocándolos y ajustándolos a una determinada velocidad. Una vez que todos están preparados, son lanzados lo más simultáneamente posible. Los ejecutantes salen de la sala, y solamente entonces puede volver a entrar el público.
Los metrónomos se detienen paulatinamente unos tras otros y dejan percibir, cada vez más claramente, la periodicidad de las pulsaciones. A continuación, sólo los que se regularon a las velocidades más lentas siguen funcionando. La obra se termina después de que el último metrónomo haya estado funcionando durante algún tiempo. La obra completa dura algo menos de 20 minutos.
Ligeti no volvió a repetir este tipo de experiencia, pero varias de sus obras instrumentales que se siguieron explotaron esta modificación lenta de un paisaje sonoro. La obra se estrenó en Hilversum, en los Países Bajos, en 1963, y fue un gran escándalo. El concierto, rodado por la televisión holandesa, no se difundió nunca y fue sustituido por un partido de fútbol. Desde entonces, la pieza muy raramente se representó en público, principalmente debido a su dificultad de realización. En cambio, fué grabada en otras ocasiones. En 1995, el escultor Gilles Lacombe inventó un dispositivo que facilita considerablemente su ejecución, puesto que la obra puede representarse automáticamente, sin la intervención de ejecutantes, y es éste el caso de la representación que acabáis de ver en video.
Un saludo :)
Wikilink:
http://en.wikipedia.org/wiki/Po%C3%A8me_Symphonique_for_100_metronomes
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