sábado, 14 de julio de 2007

Horas y horas tachando cuadraditos

Hablando con mi compañera Elena, y recordando los juegos a los que jugábamos en clase de pequeñas ha salido a relucir éste:

Forma de juego: Se saca el cuaderno (cuadriculado, claro) y cada jugador coge un boli de un color. Disimuladamente para que no te pille el profesor, cada uno pinta una raya del lado del cuadrado que se quiera. Hay que conseguir cerrar los cuadraditos. El que cierra un cuadrado, pinta el interior de su color y tiene derecho a pintar otra raya. Además hay que evitar que el otro haga cuadraditos, y claro, llegado al punto en el que sabes que el otro va a pintar irremediablemente, pues hay que analizar la situación para que pinte los menos posibles. El climax del juego es cuando se llega al punto en el que pintas LA RAYA consciente de que empiezas una cadena de tachar un cuadrado tras otro, total, que pintas un montón de cuadraditos de golpe.

El juego lo gana el que haya pintado más cuadraditos. Y ya está.

Parece mentira que una cosa tan simple pueda ser tan adictiva y la verdad que cuando uno se pone a pensar en que invierte el tiempo de su vida se puede quedar, cuando menos, sorprendido. Nosotras, ya véis, nos hemos dedicado a pegarnos horas y horas tachando cuadraditos y tan contentas, oye.

1 saludo :)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me ha recordao cuando jugabamos a oso en lugar de atender en clase... que tiempos :P (Mamen)